Al servicio de la sociedad y de nuestros balances (Revista Recupera 64)

01/05/2010

A pesar de que Bill Gates no inventó el PC, ni Steve Jobs la venta de música por Internet, pasarán a la historia por ser quienes consiguieron comercializar un negocio. 

Algo parecido ocurrió con Marconi que patentó la RADIO en detrimento de Tesla o Braun. Marconi consiguió destilar la utilidad que podía tener la transmisión de unas ondas de radiofrecuencia. Hoy nos parece un invento muy primario, pero en 1896 conseguir una comunicación transatlántica representó una auténtica revolución. Fue el primer peldaño del actual mundo global. Muchos vaticinaron la muerte comercial de la prensa diaria escrita. Han pasado más de 100 años y todavía persiste hoy amenazada por la prensa digital. 30 años más tarde y John Logie Baird truncó la hegemonía de la radio con otro invento, la TELEVISIÓN. Volvieron los oráculos que hacían desaparecer la radio, los periódicos e inclusive los cines. A mediados de los años 60, aparecen los VIDEOS domésticos que amenazan los cines. En la misma década, en medio de la guerra fría, la Corporación RAND recibió el encargo de crear un sistema de comunicación entre todas las bases militares americanas que resistiesen un hipotético ataque nuclear. Fue la semilla para crear la moderna red mundial de computadoras que hoy conocemos como INTERNET. Hoy Internet es una amenaza para todos los inventos anteriores. La lista de inventos que han cambiado la humanidad es interminable: Teléfono, Fax, microondas, CD, DVD, mp3, aspiradora, tostadora, catalizador, móvil, etc, etc y etc. Hoy vivimos en una sociedad de consumo, en la que muchos inventos nacen muertos, incapaces de sobrevivir en la más pura ley de Darwin. En cualquier hogar occidental se acumulan decenas de artilugios que, en principio, nos hacen una vida más fácil. En realidad, conviven inventos nuevos y viejos y tan sólo desaparecen de nuestras vidas cuando se estropean. La innovación hace que cada vez su vida útil sea más corta. Con ello nace la necesidad social de encontrar la mejor manera de reciclar las materias primas. Las diversas administraciones, conscientes del despilfarro, presionan a fabricantes a responsabilizarse de su correcto reciclaje independientemente de su rentabilidad. Es por ello que nuestro sector tiene el reto y la oportunidad de aportar a la sociedad el servicio que necesita. A imagen de los grandes nombres asociados a los inventos, en nuestro sector aparecerán pioneros que conseguirán convertir en negocio cualquier residuo que genere la sociedad. Los que se sigan empecinando en copiar a su competidor están comprando un pasaporte a desaparecer como empresa. Podemos repasar la historia de muchos de nuestros competidores o clientes que ya desaparecieron y descubriremos que hubo una combinación de mala gestión, con una baja diferenciación de producto o servicio, que le condujo a bajar márgenes hasta niveles ruinosos. Históricamente, a nuestro sector le ha sobrado testosterona, ambición y envidia. La macedonia humana de nuestro sector no ha ayudado a crear un sector unido, todo lo contrario. Diferencias humanas extremas entre nosotros, escasas barreras sectoriales y una creciente demanda de materias primas han sembrado la discordia del sector.

Sinceramente, creo que ahora existe la posibilidad de un nuevo sector, porque las potencialidades son casi infinitas. Podemos construir un sector solidario y complementario. Hay negocio para todos sin necesidad de tener que pisar al competidor para sobrevivir. La innovación, la especialización y la flexibilidad serán más importantes que el tamaño. La oportunidad pasa por delante de nuestros almacenes. Aprovéchala.

Xavier Riba,

Presidente del Gremi de Recuperació de Catalunya
xriba@gremirecuperacio.org

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Artículo Revista Recupera 64