La verdad es que desde el Gremi estamos hartos del triste protagonismo que tiene “nuestro sector” en los medios de comunicación. Cada día se publican noticias sobre robos de metales. Es triste porque, en cambio, no salimos por la ampliación de una planta, ni por un nuevo proceso de reciclaje. Y es que las buenas noticias no son noticia. Socialmente se cae en la tentación de culpabilizar a un sector o a un colectivo. Es tendencia humana simplificar las situaciones. Ningún colectivo está haciendo más que nosotros por erradicar este problema social que deja sin servicio al AVE, agua a los regadíos del Levante o hace desaparecer la instalación eléctrica de una hermandad de Sevilla (sorprendentemente robaron cobre, no el oro del manto de la Virgen). Nadie está sufriendo tanto los robos como nuestros almacenes o camiones.
A este grave problema social hay que buscarle todos los responsables y que cada uno aguante su vela.
Emigración: Bienvenida Najat el Hachmi, flamante premio Ramon Llull de la lengua catalana como modelo de integración. Bienvenidos todos aquellos que quieren tirar “palante” honradamente. La mayoría vienen a España buscando la oportunidad que sus países les niegan. La expansión económica de España requería mano de obra y ellos huían de crisis, sequías, sistemas sociales que reducen su esperanza de vida hasta 35 años. ¿Quién no cambiaría de país si te prometen vivir 30 años más? El problema es que, con esta oleada de trabajadores, ha venido también una horda de delincuentes. ¿Quién es responsable de una inmigración indiscriminada?
Intrusismo: La lucha contra los intrusos del sector ha sido siempre uno de los principales objetivos del Gremi. Hace unos días, en La Vanguardia, aparecía, en la foto-denuncia de un lector, dos camiones de chatarreros ocupando los dos lados del paso de cebra. Evidentemente no aparecían en los camiones los permisos de la Generalitat como transportista legalizado de residuos. ¿Por qué las fuerzas de seguridad multan por exceso de peso o por no llevar cinturón y en cambio siguen circulando infinidad de camiones sin seguro y sin permisos? Otro ejemplo de tolerancia hacia la ilegalidad es que recientemente varias redadas han acabado en instalaciones ilegales. ¿Quién es responsable de que existan “chatarreros” ilegales? ¿Por qué criminalizar todo un sector cuando realmente los responsables de los robos son instalaciones toleradas por la administración?
Asistencia Social: Por toda la ciudad se ven personas hurgando en los contenedores de basura y limpiando metales, que luego venderán donde puedan, para sacarse un jornal o una botella de vino. A pesar de que es una actividad insalubre, cumplen una función ecológica (miles de toneladas de metales todavía van a vertedero) y de pseudo asistencia social. ¿Qué hacemos? ¿Les compramos el material o dejamos que cubra su subsistencia los servicios de asistencia social del ayuntamiento? ¿Cómo se puede saber si lo que venden es robado o descremado de las basuras o contenedores de obra? En nuestra sociedad, a pesar de que crece la conciencia ecológica, también crece el despilfarro de materias primas en nuestros residuos.
Venimos de una dictadura donde se imponía socialmente el modelo de súbdito que acata las leyes sin rechistar. Pero ya llevamos más de 30 años con un estado de derecho en el que tenemos obligaciones, pero también derechos. Nuestras empresas pagan impuestos, pero no reciben como contrapartida el derecho de estar protegidas, por sus gobiernos, de los ilegales e intrusos. Van pasando gobiernos de todos los colores, pero siguen los mismos problemas endémicos. ¿Hasta cuándo? ¿Quién está dispuesto a pagar un servicio que no recibe? ¿Hasta cuándo?
En catalán, dos veces bueno, no es precisamente bueno.