Maison à parole (ou Case à palabres) (Revista Recupera 51)

01/10/2007

Es habitual que, en época estival, se acostumbre a viajar a otros países para culturizarse, distraerse o, simplemente, «cambiar de aires». En las últimas décadas se ha desarrollado un nuevo tipo de agencia que aporta algo más: Aventura. Son las mal llamadas «agencias alternativas» que nacieron de la mercantilización de los viajes de los trotamundos. Una evolución de estos viajes son los viajes temáticos. Actualmente puedes disfrutar de tus vacaciones con un arqueólogo visitando tumbas egipcias, con historiadores en el Coliseo Romano o tribus africanas de la mano de un antropólogo. Un destino preferido en los viajes antropológicos es Malt.

Una de las etnias más singulares de la humanidad, los Dogon de Malt, poseen un curioso sistema de dirimir los conflictos que surgen en sus poblaciones. Los antropólogos quedan fascinados con soluciones primitivas a problemas de la humanidad, tristemente todavía de actualidad.

En toda sociedad, poseer un mecanismo eficaz y socialmente aceptado para la resolución de conflictos es esencial para su estabilidad y sus supervivencia. Los Dogon utilizan una construcción de estructura baja en el centro de su pueblo, llamada «Case à Palabres», para resolver los conflictos cotidianos. Cuando un conflicto estalla se obliga a las partes interesadas y a sus partidarios a encontrarse en tal lugar y a permanecer hasta que encuentren un acuerdo. Naturalmente, la obligación de ponerse de acuerdo aumento la presión sobre todo el mundo, las voces se elevan, los humores suben y la tentación de venir a las manos se vuelve irresistible. La también llamada «Maison à Parole» se construye intencionalmente baja de modo que si alguien intenta ponerse de pie se golpeará la cabeza contra el techo y deberá sentarse de nuevo.

Nuestro Gremi, salvando las distancias con sociedades más primitivas, ha de funcionar como estas construcciones que conlleven reducir los conflictos de nuestro sector. La desunión congénita de nuestro sector nos empuja irremediablemente hacia el conflicto, y lo que es peor, a la autodestrucción. Bajo márgenes transferidos a nuestros proveedores hace que empujemos nuestras estrategias hacia el volumen a costa de atacarnos los unos a los otros. Somos un sector vulnerable y débil ante las multinacionales, ante la Administración, ante clientes y ante proveedores. El Gremi ha de facilitar herramientas que empujen hacia la unión, y por otro lado, hacia la disminución o paliación de conflictos. Por ello estamos desarrollando proyectos de mediación, arbitraje y conciliación que en su día será efectivos.

  • Mediación: El Gremi facilita a los agremiados en conflicto una lista de conciliadores (profesionales independientes respetados en el sector y con larga experiencia) que las partes en conflicto eligen de mutuo acuerdo para mediar una solución al conflicto.
  • Arbitraje: El Gremi facilita a un agremiado que lo solicita un árbitro independiente (habitualmente compañías especializadas e internacionalmente reconocidas) que mediante pruebas científicas certifica una valoración del producto motivo de conflicto base de cualquier procedimiento judicial.
  • Conciliación: El Gremi facilita instalaciones y realiza tareas de aproximación sin llegar a participar directamente en el motivo de disputa.

Afortunadamente, los techos del Gremi son más altos y las instalaciones algo más modernas, pero el ejemplo de los Dogon nos da ideas para desarrollar herramientas que aporten servicio a nuestros agremiados en el día a día cada vez más complejo.

Xavier Riba,

Presidente del Gremi de Recuperació de Catalunya
xriba@gremirecuperacio.org

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Artículo Revista Recupera 51