La multinacional Trafigura, culpable de exportar residuos tóxicas

03/08/2010

La justicia holandesa impone 1 millón de euros de multa por un vertido que causó 15 muertos en Costa de Marfil en 2006

La Justicia holandesa ha impuesto una multa de 1 millón de euros a la multinacional petrolera Trafigura, por exportación ilegal de residuos tóxicos. La carga, una mezcla de gasolina, sosa cáustica y sulfuro de mercaptano, se encontraba en 2006 a bordo del barco Probo Koala, fletado por la compañía. Tras un intento de limpieza en el puerto de Amsterdam, interrumpido porque la factura ascendía a 500.000 euros, la nave viajó a Costa de Marfil. Una vez allí, una empresa local abandonó el cargamento en varios basureros al aire libre de Abiyán, la capital. El vertido causó 15 muertos. Otras 100.000 personas resultaron envenenadas. Hubo quemaduras y desmayos, vómitos de sangre, diarreas y abortos. La petrolera niega cualquier responsabilidad y piensa recurrir el monto de la sanción.
Según los jueces, Trafigura es culpable de haber intentado deshacerse en Holanda de unas basuras peligrosas sin desvelar su naturaleza. La operación es ilegal en Europa por contravenir las leyes de protección ambiental. La petrolera también erró al mandarlas a África sin asegurarse de que serían tratadas adecuadamente. La multa no ha sido demasiado abultada porque la carga tóxica no fue introducida en el mercado holandés. Y porque los encargados de vaciar en un principio el barco en Ámsterdam , cumplían la normativa vigente.
La fiscalía había pedido 2 millones de euros. Naeem Ahmed, un empleado de Trafigura que gestionó la fallida operación de limpieza en el puerto holandés ha sido multado con 25.000 euros. Al capitán del Probo Koala, Sergiy Chertov, le han impuesto cinco años de prisión condicional. Tanto el ayuntamiento de la capital holandesa, como Greenpeace, se han mostrado satisfechos con la decisión. Sí deploran ambos «que lo ocurrido en Costa de Marfil no figurara en el sumario».
La agitada travesía del Probo Koala ha reavivado el debate sobre el transporte y limpieza de basuras contaminantes a países en vías de desarrollo. En el caso de Trafigura, además, ha habido falta de transparencia. Los residuos resultaron de refinar gasolina en alta mar, una práctica peligrosa, aunque más barata. Primero intentó limpiarlos echando sosa cáustica. «Luego, cuando ya sabía lo tóxica que se había vuelto la carga, acordó enviarla a Costa de Marfil. No debió haberlo hecho», ha dicho el juez holandés, Frans Bauduin. En 2007, la petrolera compensó con 150 millones de euros a las familias de los 15 fallecidos. Siempre sin admitir culpa alguna. El año pasado, indemnizó con otros 33 millones de euros (1.000 euros por cabeza) a los 30.000 afectados costamarfileños que la demandaron. En virtud del trato, todos admitieron falta de pruebas para demostrar que las basuras causaran las lesiones padecidas.