El Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea aprobó el pasado 20 de octubre de 2008 la nueva Directiva Marco de Residuos. En ella se ha sustituido, de forma nada casual, la figura del recuperador o del gestor de residuos por la de el valorizador. Nada es por casualidad.
Los gobiernos del mundo están girando sus estrategias hacia el medio ambiente. El flamante nuevo presidente de los EEUU ha perfilado el medio ambiente como uno de sus pilares económicos. Es una gran noticia para la humanidad: sustituir los apoyos allobby de armamento y petróleo por los de las industrias llamadas limpias. El cambio climático es una realidad y lo queramos o no, como decían los de U2, ONE WORLD.
Lo que para nosotros puede ser una anecdótica nevada en julio o un veranillo de San Martín en enero, se convierte en 5000 Km2 más de desierto en África o la desaparición de medio centenar de islas en el pacifi co. Luego viene la estampida de emigrantes pero… ¿cómo podemos evitar que huyan de la miseria?
El cambio que quiere pilotar Obama será una brisa de aire fresco ante tanta noticia negativa. Una gran noticia que el Presidente del país más poderoso del planeta cambie de amigos y de prioridad social. Los negocios relacionados con el medio ambiente están de enhorabuena. Europa, con la nueva directiva, sigue la misma tendencia. El mundo sigue y seguirá esta tendencia. No hay recursos para tantos. No podemos seguir generando CO2 exponencialmente. No podemos, inalterablemente, seguir con la cultura de despilfarro medioambiental.
Dos noticias ilustrativas de que el mundo está cambiando: Toronto prohibirá en el 2011 las botellas de plástico y cobrará un impuesto del 5% sobre la factura del supermercado a quienes utilicen bolsas de plástico. En Alemania, las industrias del envase que se han opuesto al sistema del depósito han desaparecido de los lineales de supermercado.
Muchos todavía piensan que son esnobismos de ciertos políticos, pero no quieren ver que no hay petróleo para dar de beber a 1300 millones de chinos o de 1000 millones de indios. Con los vertederos a rebosar, la tentación de sustituirlos por incineradoras (u otros eufemismos) es muy fuerte. Es la solución fácil y rápida. Por el contrario, la directiva dirige los esfuerzos hacia otros derroteros: la valorización. No me vale la valorización energética. La sociedad, y con ello sus políticos, han de virar hacia las tres “R”.
Crisis, etimológicamente griega, significa también CAMBIO. Oportunidad para cambiar nuestra economía y para resolver nuestro paro creciente. El medio ambiente es y será un manantial de empleo si conseguimos cambios en la manera de entender nuestra sociedad. Los modelos públicos de valorización de residuos actuales han seguido modelos centroeuropeos creados hace muchas décadas. Fueron un buen punto de partida pero hoy son claramente mejorables. Por poner unas cuantas ideas al respecto:
• Los puntos verdes cierran cuando las familias podrían evangelizar a sus hijos los fines de semana o saliendo del trabajo. Solución: la ampliación de horarios de apertura generarían empleo.
• Al no pagar ningún valor, la sociedad confunde residuo con basura. Solución: abrir la gestión de los puntos verdes públicos a valorizadores privados y permitir pagar por los residuos. El dinero es importante en nuestra sociedad. Pagar por los residuos genera la idea de valor y con ello se aleja de la idea de que se puede tirar porque es basura. También promover paralelamente sistemas de deposito para que el consumidor reciba dinero por sus residuos.
• La gestión de los puntos verdes y las plantas de tratamiento están gestionadas por empresas especializadas en “mover” residuos, no en su valorización. Solución: ídem anterior. La base del negocio del valorizador es convertir en dinero un residuo, los otros en moverlos de sitio y cobrar por enterrarlos.
• Nadie quiere las esquinas de iglúes frente a su casa porque son la zona de residuos. Solución: que vuelvan los residuos al interior de las manzanas o ceder la gestión de los Iglúes a los valorizadores privados de zona. Promover la competencia.
• Los Iglús representaron la muerte de la mayoría de traperos de barrio. Solución: poner las condiciones para que la empresa privada de valorización gestione las traperías de barrio.
• Los sistemas convencionales de basuras ejercen de competencia desleal para nuestra industria cuando los precios bajan y las empresas no quieren pagar por el servicio. Solución: cambiar a sistemas de basura suizo. Se paga por bolsa de plástico y se pone medios para recoger los demás residuos debidamente segregados.
• La calidad de los materiales es baja porque los iglúes son cajones de sastre y los centros de proceso no pueden hacer milagros. Solución: simultáneamente a los sistemas actuales, promover sistemas eficientes de depósito. Nadie en el mundo puede poner en duda la calidad del material recogido en sistema de depósito y de sus altos niveles de recogida.
Una editorial no me da para enumerar todo cuanto se puede hacer para mejorar el medio ambiente, pero sí para dar pistas en la creación de empleo en nuestro país. Hoy, más que nunca. La industria manufacturera multinacional se va de España a nuevos Dorados. ¿Dónde mejor se puede crear empleo que en el medio ambiente? España carece de recursos naturales. ¿Por qué no damos empleo para resolver dos necesidades como son empleo y recursos?
Aprovecho estas líneas para desearos unas buenas fiestas. Fuerza, salud y sentido común para superar la crisis durante el 2009.