Fuerte disminución del consumo de acero en España, que se acentúa en lo que llevamos de 2009

24/03/2009

24/3/2009

La producción total de acero bruto en el año 2008 disminuyó ligeramente respecto del año 2007 (-1,9% hasta situarse en 18,6 millones de toneladas), según los datos de la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid). El comportamiento a la largo del año, según la patronal del sector, fue dispar, aunque en consonancia con el patrón de la siderurgia europea: mientras que hasta el verano la producción creció a un ritmo de máximos históricos, desde el mes de septiembre se produjo un parón en el mercado que no pudo ser absorbido por la actividad exportadora de las empresas.

El consumo aparente de productos siderúrgicos, excluidos los productos transformados, disminuyó el 22,9% respecto a 2007, hasta situarse en los 17,9 millones de toneladas. La reducción fue más elevada en los productos largos (-27%), debido a la incidencia del sector de la construcción. La producción anual de aceros aleados, tanto inoxidables como del resto de los aceros aleados, disminuyó en conjunto el 10% y el 9% respectivamente, mientras que la de acero común, tanto planos como largos, mantuvo un mejor comportamiento, sobre todo merced a los productos largos, con una disminución anual del 1% en el conjunto de esa calidad.

La producción de laminados en caliente descendió el 3,3% respecto del año 2007, hasta situarse en 18,1 millones de toneladas. La reducción fue más acusada en productos planos (-7,2%) que en productos largos (-1,3%).

Por lo que se refiere a los tubos soldados, su producción bajó un 19,1% en el año 2008 con respecto al 2007. Esta disminución fue mucho más acusada durante la última parte del año y especialmente en el último trimestre.

Las entregas totales de las fábricas españolas al mercado alcanzaron en el año 2008, 18,9 millones de toneladas, con una ligera variación (-2,5%) respecto al año 2007, aunque con un patrón completamente diferente, tanto en su evolución temporal como en su reparto geográfico.

Mientras que las entregas en España se redujeron globalmente el 15,7%, con un acusado descenso en el tercer y cuarto trimestre, las entregas exteriores aumentaron el 34%, destacando las entregas a países terceros, que prácticamente se duplicaron en el conjunto del año, como prueba del importante esfuerzo exportador de las empresas españolas.