El arte de reciclar, una vía laboral

08/10/2012

El arte de reciclar como vía laboral. Éste es el eje del Taller de Reciclaje y Reutilización Caracol, dirigido a los colectivos con difícil acceso al mercado de trabajo. Diez personas, de diferentes nacionalidades, con edades comprendidas entre los 35 y los 58 años, participan en esta iniciativa que Cáritas puso en marcha el pasado mes de julio en el centro Santa María.

La idea surgió a raíz del taller de artesanía del centro Puerta Abierta, donde se atiende a personas sin hogar. La buena acogida que tuvo desde un principio este proyecto formativo animó a Cáritas a realizar otro de reciclaje de muebles y ropa -el nuevo taller se ha centrado en ambos porque son las donaciones más frecuentes- y ampliar así el número de colectivos beneficiados.

La trabajadora social, María Macías, señala que en este contexto de crisis económica, el mercado laboral «está cada vez peor» para todos y más aún para las personas en exclusión social y en situación de gran vulnerabilidad. A éstas va dirigido el taller de reciclaje, cuyo objetivo es dar trabajo a aquellos que encuentran más obstáculos a la hora de encontrar un empleo, como es el caso de los exreclusos, sin techo e inmigrantes.

A esto se une que vivimos en una sociedad consumista, «que tira todo», y hay cosas que se desechan que se podrían volver a utilizar (muebles, material de decoración, ropa), y es con este material con el que trabajan los alumnos del taller, que funciona como una especie de beca. Reciben una ayuda económica, se les enseña nociones de carpintería, pintura, tapicería y costura, y a la vez realizan algo productivo; «para ellos es fantástico».

El director de Cáritas en Huelva, Julio González, subraya que «se sienten útiles y algunos, después de muchos años». Comprueban que son capaces de transformar mobiliario viejo o en mal estado en originales muebles, listos para volver a utilizarse.

En el taller, que se desarrolla de 08:00 a 12:00, se potencian las habilidades de cada alumno y se trabaja en equipo, de manera que uno lija los muebles, otro los pinta y otros hacen las estructuras. Así cada uno aporta lo que mejor sabe hacer y el resultado es mucho mejor. Se fomenta el espíritu de compañerismo, las relaciones entre ellos.

Intentan buscarle salida a todo el material con el que cuentan. Si un mueble no se puede recuperar en su totalidad, cogen parte del mismo y realizan mesas, banquetas o marcos de espejos. Incluso aprovechan los azulejos sobrantes de las obras de rehabilitación de las instalaciones. Con algunos de ellos ya están confeccionando una artística mesa.

La técnica de construir muebles con palés de obra también la controlan. Han elaborado desde bancos y mesas de jardín, pasando por paragüeros, maceteros y mesitas de rincón hasta marcos de espejo.

Además de los muebles arreglan ropa. La actualizan, le ponen los botones y cremalleras que le faltan, y le incorporan algunos nuevos detalles.

Por otra parte, en el que denominan Portal Artesano -el primer taller que se puso en marcha- se realizan trabajos de cuero, cerámica, bisutería y artículos de regalo.