20 de Octubre del 2009
China y Alemania se preparan para llevar las riendas de la recuperación global. Después de sus buenos resultados del segundo trimestre, las dos potencias exportadoras lograron mejorar sus cifras en el tercero, según apuntaron ayer fuentes oficiales de ambos países.
as dos principales potencias exportadoras del planeta, China y Alemania, aceleran su recuperación. Huelga decir que lo hacen a ritmos muy dispares, pero todo indica que ambas economías, que ya mostraron síntomas de alivio en el segundo trimestre, mejoraron su rendimiento en el tercero. A la espera de que Estados Unidos deje atrás oficialmente la recesión, las mayores potencias de Asia y Europa han tomado el liderazgo en la recuperación de la economía mundial, como apuntan las últimas previsiones del FMI y la OCDE y afirmaron ayer fuentes públicas de ambos países.
Xiong Bilin, oficial de la Comisión Nacional para el Desarrollo y la Reforma del Gobierno chino, afirmó en la madrugada de ayer que el crecimiento del país en los nueve primeros meses del año superó el 7%, y que «no le será difícil» alcanzar el objetivo del 8% para el conjunto de 2009. En el primer semestre, el crecimiento alcanzó el 7,1% en tasa interanual. Las cifras oficiales del tercer trimestre se conocerán pasado mañana, pero un grupo de expertos encuestado por Reuters apuesta por que el crecimiento económico llegará al 8,9%.
Xiong no es la única fuente oficial que vaticina una recuperación para la fábrica del mundo en el tramo final del año: el jefe de investigación económica del Consejo de Estado chino, Yu Bin, afirmó en la revista Caijing que el paquete de estímulos fiscales que aprobó el gobierno chino podría llevar el PIB hasta el 8,5% en el conjunto del año, tras acelerar hasta más del 9% en el segundo semestre. Las exportaciones, que caerían un 17% este año, aumentarían cerca del 10% en 2010.
También Alemania se prepara para conocer unas cifras positivas en el tercer trimestre, después de que la locomotora europea sorprendiera al planeta al abandonar la recesión en el segundo (0,3% de crecimiento intertrimestral). El boletín de octubre del Bundesbank refleja en su editorial que la economía del país «se recuperó durante el tercer trimestre aún más desde el mínimo alcanzado entre el último de 2008 y el primero de este año».
Según explican los analistas del organismo regulador, «la mejoría en el entorno internacional ha jugado un importante rol» en la esperada recuperación del tercer trimestre. El presidente del Bundesbank, Axel Weber, ha afirmado que el PIB pudo crecer en torno a un 0,75% respecto al trimestre anterior, aunque los datos oficiales se conocerán dentro de un mes.
Aunque todo indica que a lo largo del año presentarán una gráfica similar en cuanto a evolución del PIB (en ambos casos, claramente ascendentes), los valores absolutos de la evolución serán bien distintos. El gigante asiático tocó fondo entre enero y marzo, cuando su PIB sólo creció un 6,1% en términos interanuales. La caída, sin duda muy notable desde el 13% logrado apenas dos años antes, puede contemplarse como un pequeño paréntesis en el gigantesco desarrollo económico experimentado por China desde hace tres décadas, cuando Deng Xiao Ping abrió el país al capitalismo con su famoso enunciado del gato blanco y el gato negro.
Las exportaciones frenan su desplome
En cuanto a Alemania, que también sufrió el mayor embate de la crisis económica y financiera global durante el último invierno, registró entonces una brutal caída intertrimestral del 3,5%, y sus descensos interanuales todavía llegaban al 7,1% en el segundo trimestre, cuando sacó la cabeza de la recesión técnica. Con todo, y como corresponde a las dos mayores potencias exportadoras del mundo, el retorno a la gráfica alcista viene de la mano de una mejora relativa de las ventas al exterior: aunque siguen cayendo, el deterioro interanual se ha moderado en cerca de diez puntos en ambos países.
Apuestas por la apreciación del yuan
as expectativas de recuperación de la velocidad de crucero en el crecimiento chino empiezan a dejarse sentir en su moneda. Los contratos forward a doce meses se encarecieron ayer un 0,4% frente al dólar, hasta situarse en 6,594. Se trata del mayor valor estimado para el yuan desde agosto del año pasado, informa Bloomberg.
El tipo de cambio se ha mantenido artificialmente en el entorno de 6,83 dólares desde julio de 2008, en un intento del Gobierno por favorecer las exportaciones. Los inversores apuestan ahora a que, una vez garantizada una salida del bache económico, las autoridades de Beijing permitirán que la moneda vuelva a su natural tendencia a la apreciación. Con todo, los expertos aún no creen llegado el momento, a la vista de que la evolución de las exportaciones sigue en negativo.