Hace unos días fui invitado por la Agència de Residus de Catalunya a la misión comercial para asistir al Netherland Circular Spot. El evento consiste en una serie de actividades simultáneas relacionadas con la Economía Circular: ferias de innovación, visitas a empresas emblemáticas (Iconic Project), universidades implicadas, ponencias, etc.
La Economía Circular es una filosofía en organización de sistemas inspirada en los seres vivos, que persigue el cambio de una economía lineal (producir, usar y tirar) hacia un modelo circular, tal y como ocurre en la naturaleza.
El 2 de diciembre de 2015, la Comisión Europea propuso un nuevo paquete legislativo en materia de Economía Circular. Una Europa que
utilice eficazmente los recursos es una de las siete iniciativas emblemáticas que forman parte de la estrategia Europa 2020, que pretende generar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Actualmente es la principal estrategia de Europa para generar crecimiento y empleo, con el respaldo del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo.
Los Países Bajos lideran el movimiento global hacia una economía más circular y se han convertido en un “laboratorio viviente” que proporciona al resto del planeta ejemplos más que ejemplares. La circular hotspot ha sido la guinda de su proyecto y posiciona a los Países Bajos como referente internacional durante la presidencia europea en 2016.
Sea por su presidencia europea actual, sea por ser un país con un 30% del territorio que puede ser fácilmente inundable, sea por la carencia
prácticamente absoluta de materias primas, sea por ser el país rico con mayor uso de la bicicleta como principal medio de transporte, la sociedad holandesa en su conjunto (administraciones, empresas y sociedad en general) pretenden liderar un movimiento global hacia una nueva manera de diseñar, producir, usar, reutilizar y reciclar cualquier producto. Han sido tres días intensos de visitas a casos emblemáticos de Economía Circular, exposición con más de un centenar de micro, pequeñas, medianas y grandes empresas en donde la innovación en materia circular es el trampolín hacia una nueva economía productiva.
Los productos de las empresas circulares ya no se reciclan, las empresas circulares producen productos nuevos de primera calidad 100×100 reciclados.
Tienen una visión clara hacia los productos. Por poner un ejemplo, un edificio es un banco de materias primas, donde al final de su vida útil se utilizarán o reutilizarán cerca del 100×100 de todos los materiales que contiene (hierro, aluminio, madera, piedra, cemento). Los edificios
ya se conciben para reutilizarlos al final de su vida útil. El concepto es un edificio, más que un producto de consumo, y habrá sido un servicio para el consumidor y, al final del uso, todos y cada uno de los materiales se reutilizarán o, en el peor de los casos, se reciclarán. Nunca se verterán o incinerarán.
Actualmente, la sociedad está en plena transición de la sociedad de la propiedad a la sociedad del uso y disfrute. A veces compartido (sharing) como Airbnb (para viviendas) o Blablacar (para vehículos), a veces alquilado por uso como Spotify (para música), Netflix (para
películas) o Avancar (para vehículos).
Es una nueva sociedad donde el vertido no se acepta como opción. Una sociedad que diseña los productos pensando en que al final de
su vida útil será fácil de reciclar o reutilizar. Son los productos Cradle to Cradle design.
Estos días, entre muchas visitas, visitamos una factoría de Philips, líder mundial en equipos hospitalarios (MRI, Escaner, Radiografías, etc), donde actualmente sus ventas de equipos refurbishing (reconstruidos) supera, ya, la cifra de los equipos nuevos.
Visitamos también una planta de reciclado de neumáticos donde se aprovecha completamente los usados para producir los nuevos, colorantes para pinturas y tintas, gas y derivados del petróleo, chatarra de acero, etc.
En Alemania, la cadena de supermercados Lidl produce sus nuevos envases de PET con un mínimo del 50% de envases usados y plantean
seguir creciendo.
Alemanes y holandeses nos llevan 10 años de ventaja en Economía Circular. En los años 90, los empresarios holandeses competían en exportación, hoy compiten en el mayor porcentaje de material reciclado.
En nuestro país, algunos todavía se resisten a pensar que no es posible y siguen produciendo productos imposibles de reciclar. Siguen pensando que la incineración es la solución, cuando en realidad es la excepción. Quieren obviar que, por poner otro ejemplo, un envase incinerado solo recupera un 5% de su valor potencial y genera escaso empleo. Si es vertido, peor. España consume al día unos 50 millones de envases. 500 Tm al día entre PET, acero y aluminio al día. Para reflexionar.
Esta misión comercial me pareció una gran iniciativa por parte de la Agència de Residus de Catalunya, a quien sugeriría un cambio de nombre y pasar a ser: Agencia Catalana de Economía Circular.
Para los recuperadores son buenas noticias, la Economía Circular sopla en dirección a nuestros negocios. ¿Estamos preparados? ¿O vamos
a dejar pasar la oportunidad remando en dirección contraria?