El pasado 22 de septiembre, estallaba el escándalo de VW en las portadas de todo el planeta. Los periódicos desmenuzaban el abismo entre su cacareada tecnología, su RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y su dicotomía en la estrategia para obtener, sus directivos y accionistas, el máximo beneficio anual al mínimo precio medioambiental posible. Resumiendo, VW utilizaba su avanzada tecnología para mentir a clientes y administraciones que imponen crecientes límites de emisión de gases.
Lamentablemente son muchas las marcas globales que sufren de la misma pandemia. Es un precio que, más habitual de lo deseable, padecen las multinacionales de cualquierámbito para seguir creciendo vorazmente. Está en su ADN. Actualmente, uno de los neologismos más en boga en la prensa mundial es la ECONOMIA CIRCULAR o el ECODISEÑO. Wikipedia nos lo describe como el diseño que considera acciones orientadas a la mejora ambiental del producto o servicio en todas las etapas de su ciclo de vida, desde su creación en la etapa conceptual, hasta su tratamiento como RESIDUO. La verdad es, que hasta la fecha, la ECO del DISEÑO tiene que ver más con ECO-NOMIA que con
ECO-LOGIA.
El calentamiento global, el agotamiento de energías y materias prima empujan al consumidor hacia una mayor conciencia ecológica y con ello los fabricantes van detrás de las tendencias sociales. El problema es que son, a menudo, conceptos antagónicos.
Los avances en conciencia ambiental son enormes, pero no crecen a la misma velocidad que el mercado global. Habitualmente se invierte más en publicidad ecológica que en reingeniería de producto. Es lo que se llama Greenwashing (falsa publicidad medioambiental).
Considero que los ingenieros tendrían que acercarse más a los recuperadores antes de diseñar un automóvil o un electrodoméstico, por poner ejemplos.
Sorprende que sigan saliendo al mercado nuevos productos con escasa o nula reciclabilidad. Que se hiciera hace 30 años tiene su justificación por inconsciencia medioambiental. Por poner más ejemplos, me parece inaudito que esté a punto de salir al mercado una botella que combina dos tipos de plástico que impiden la pérdida de gas, pero que tiene el camino escrito hacia la incineración.
Otra pata falsa del ECODISEÑO es la obsolescencia programada porque una parte del producto no se pueda sustituir. Simplemente porque así se diseñó. En casa tengo una colección de cepillos o destornilladores eléctricos que su único problema es que no admite la sustitución de su batería agotada. Lo más grave es que sigan vendiéndolos así hoy. Uno de los fabricantes más prestigiosos de smartphones o tabletas viene con la batería encolada. Muerta la batería, muerto el móvil. Los ecologistas llevan años haciendo eco de ello, pero puede más el prestigio personal que la consciencia del consumidor. Los americanos le llaman ser cool. ¿Llegará el día en que ser cool será quien quiera ser responsable con su huella ecológica?
Google lleva años con un proyecto de móvil modular (el Google’s Project ARA modular Smartphone). Digamos que se podrá ir sustituyendo las partes que la tecnología o el uso convierte en obsoletos. Está claro que para los recuperadores será más sencillo y productivo su reciclado.
Más ejemplos de falso ECODISEÑO. Un lavaplatos de no más de 5 años de una primera marca, tiene que morir porque se ha fabricado de tal forma que la sustitución de un simple manguito de desagüe sea tan laboriosa que el servicio técnico te empuja a
la sustitución del equipo entero. Seguiría relatando productos que nos venden como ecodiseñados cuando en realidad están orientados a la ECONOMIA de usar y tirar.
Recomiendo el reportaje de TVE a la carta de Comprar, Usar, Tirar. Con una visión simplista, podría decirse que con este tipo de sociedad crece nuestro negocio. ¡Tirad, tirad, que nosotros ganamos! En mi opinión, es un espejismo de mercado. Por este camino tendremos que ser más competitivos en gestionar materiales de rechazo, que por nuestra capacidad de reciclado. La trituración o fragmentado no es por si solo un proceso respetuoso con el medio ambiente, si previamente no se ha realizado una descontaminación o desmontaje parcial según la normativa creciente o el propio sentido común. Digamos que nuestro trabajo llega tarde. Aquí es donde la eficiencia ecológica del ECODISEÑO choca con la dureza de los números de equipos que todavía hoy se fabrican sin consideración de reciclado. Productos reciclados con el 30, 40, 50, 60% de rechazo no son extraños. ¿Pero este rechazo sería reciclable con ecodiseño? Sí.
Osho, un filósofo indio del pasado siglo, vaticinó cercano el día en que la tecnología cubriría el hambre del mundo, pero sentenció lejano el día que desapareciera el hambre espiritual por la codicia humana. Amén.