La ley de la gravedad (Revista Recupera 121)

12/10/2021

Desde hace más de 25 años, el Gremi está a claramente a favor de la devolución de los envases por un depósito. Desde entonces hemos evitado entrar en beligerancias, concentrándonos en enumerar las ventajas de implantarlo. Parecería que, en España, solo fuera posible estar a favor o en contra de cualquier evolución al deficiente sistema actual.

Desde el Gremi vemos que, con el SDDR, para los envases que sufren de littering se resuelve el abandono y a la vez se abraza la economía circular desde una posición honesta y transparente. A la larga lista de ventajas del sistema, como son los altísimos niveles de retorno (> 90% contrastado), la calidad de materia prima (óptima para producir envases nuevos con los viejos), generación de empleo cualificado, etc. se une ahora otra razón de extremada urgencia: el agotamiento de las materias primas con el desbocado consumo de ellas.

Es portada de cualquier periódico la inflación de precios por el estrangulamiento de la oferta de cualquiera de ellas incluyendo la energía necesaria para procesarlas. Es de sentido común pensar que, ante este entorno de gravedad global, tenga sentido evitar el consumo de los envases de un sólo uso.

Cada vez más, entidades gubernamentales y privadas están a favor. En este sentido, cabe destacar el posicionamiento claro de la Comisión y el Parlamento Europeo, el G20, el Programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas, etc.

Desde el año pasado, la Federación Europea de Aguas Envasadas solicitó públicamente este tipo de reciclaje en la UE para alcanzar los objetivos marcados de recogida separada y de material PET reciclado.

Los contrarios van quedando en minoría, aunque mantienen posiciones muy beligerantes e influyentes. Se dan circunstancias incoherentes como la de la empresa líder mundial de bebidas carbónicas que se ha mostrado a favor en Inglaterra y en contra en España. Cadenas de supermercados europeas que están a favor del SDDR es sus países de origen y en España en contra (o con un posicionamiento tibio). Parecería que la globalización y el mercado único es sólo posible cuando conviene.

Mientras tanto en España, infinidad de gobiernos centrales y autonómicos no han mostrado suficiente determinación de implantarlo ante la presión de los lobbies afectados. Digo afectados, que no perjudicados, porque han realizado valoraciones simplistas, condicionadas por inercias y políticas económicas a corto plazo. Estos mismos lobbies, que hoy, van cayendo uno detrás de otro en abrazar la implantación del depósito en los envases en sucesivos países.

A los movimientos políticos claros del gobierno Balear, Valenciano y Navarro, se suma ahora el gobierno central al incluir el SDDR en el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados en el Congreso de los Diputados. Pretende impulsar un cambio de rumbo que permita al fin dar un valor a los residuos y establecer un nuevo marco que fomente una economía circular real y limpia. El objetivo de ese nuevo escenario pasa por retornar las latas, las botellas y los briks para evitar que 35 millones diarios de envases de bebidas acaben perdidos por nuestras playas, calles y ríos y puedan convertirse en nuevos envases de bebidas.

Analizando el borrador de Real Decreto vemos crítico hilar fino en conceptos que puedan evitar una aplicación desdibujada y por lo tanto estéril.

Otra vez la determinación es indispensable con la gran ventaja de poder evitar los errores que sufrieron los mas de 40 estados que ya han implantado el SDDR. El último, nuestro vecino portugués.

Veamos:

Artículo 47. Establecimiento obligatorio del sistema de depósito, devolución y retorno para envases de un solo uso.

Siempre que España no alcance como mínimo una recogida separada en peso del 70% en 2023 y del 85% en 2027 de los productos de plástico mencionados en la parte F de la Directiva (UE) 2019/904, de 5 de junio, los productores que pongan en el mercado botellas de plástico de un solo uso de hasta 3 litros de capacidad para los productos de aguas, zumos, bebidas refrescantes y cervezas, deberán establecer en el plazo de dos años un sistema de depósito, devolución y retorno.

  • Para garantizar la viabilidad técnica, ambiental y económica de la implantación de estos sistemas, además de las botellas de plástico, se deberían incluir las latas para bebidas de estos productos. Es fácilmente perceptible que ambos son los envases que sufren más el littering.
  • Con respecto a las mediciones se debería establecer de manera nítida lo siguiente:
  • Que entidad de rigor contrastado será la responsable de la medición del cumplimiento del 70% / 85%. Llevamos décadas con baile de cifras de más del 50% entre unos y otros. Pero las cunetas, playas, mares vertederos y espacio natural no mienten.
  • El método de cálculo de la medición. ¿Qué vamos a medir? ¿Vamos a incluir los residuos de producción o solamente los sujetos a littering? ¿Vamos a valorar honestamente el porcentaje de reciclado en envases nuevos? ¿Vamos a valorar los impropios como toneladas de envases?
  • Los estudios han de valorar todos los envases que sufren littering: Plástico, latas de aluminio y acero, vidrio y tetrabrik. Moleste a quien moleste.
  • El objetivo es que el año a evaluar sea 2022, de modo que se decrete el incumplimiento en el 23, para implantar en el 25. De no ser así, según lo afirmado por el estudio, España no cumplirá el 77% en 2025.

“El objetivo es que el año a evaluar sea 2022, de modo que se decrete el incumplimiento en el 23, para implantar en el 25.”

  • Sería conveniente que establezca que la medición de este objetivo concreto se hará conforme a lo establecido por la Comisión Europea (publicará próximamente una Decisión de Ejecución que desarrolla la metodología de cálculo del objetivo de recogida del artículo 9 de la Directiva de plásticos de un solo uso).

Parecería que España quisiera seguir circulando en carril contrario. Me hace recordar que Galileo Galilei tuvo que abjurar del modelo heliocéntrico propuesto por Copérnico para evitar la hoguera. En él planteaba que la Tierra y los planetas giraban alrededor del Sol, y ridiculizaba el geocentrismo, que colocaba a la Tierra en el centro fijo del universo y que está basado en la física aristotélica y una lectura sesgada de las escrituras. A pesar de ello, Galileo acabo pronunciando su famoso «Eppur si muove» (y sin embargo se mueve). Significó un antes y un después. Que por mucho que neguemos la realidad las cosas acaban de caer por su propio peso (Ley de la gravitación universal de Isaac Newton).

De igual manera, la gravedad hará caer la implantación del SDDR en todos los países de la CE. Es un despilfarro el consumo de materias primas aplicados a un solo uso que no nos podemos permitir. ¿Podrán nuestros hijos vivir en un mundo económico sin ecología? Parecería que quienes se oponen no tuvieran hijos.

Desde el GREMI, avalados por más de 70 años de experiencia en la recuperación de materias primas secundarias, SOLICITO formalmente a nuestros políticos la determinación suficiente para implantar el SDDR para envases de bebida a la mayor brevedad posible por razones contrastadas de economía y de ecología.

Xavier Riba,

Presidente del Gremi de Recuperació de Catalunya
xriba@gremirecuperacio.org

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