Todos quieren ligar con Acerinox

03/04/2011

Acerinox, que acaba de aprobar una inversión de 51 millones de euros para dotar de los últimos avances tecnológicos a su factoría del Campo de Gibraltar, recupera brillo frente a sus competidores -ha acrecentado su liderazgo y es la niña bonita en la práctica totalidad de los proyectos de consolidación corporativa que se barajan para su sector en Europa- y también ha ganado lustre en sus cuentas -ha pasado de perder 352 millones de euros en 2009 a ganar 123 millones en 2010, ha mejorado en 555 millones de euros su resultado operativo bruto en un año y es, según presume la empresa, el único fabricante occidental de acero inoxidable que se mantiene de forma continuada en beneficios en los últimos seis trimestres-.

A esta situación se ha llegado, según fuentes de la acerería, por méritos propios -el acierto del Plan Estratégico y de los planes de Excelencia (2009-10) y de Ajuste (2009) puestos en marcha por el grupo- y por la recuperación del sector del acero inoxidable tras tres años de caída de la producción mundial (creció un 24,5% en 2010). Y la bonanza, según prevé la compañía y buena parte de los analistas que siguen el valor, va a continuar.

«Esperamos una fuerte mejora de los resultados del primer semestre de 2011», señala un informe de Ahorro Corporación en el que sus analistas elevan un 7,6% el precio objetivo que fijan para las acciones de Acerinox, «La compañía», dicen, «ha adelantado que la recuperación de la demanda, vista desde finales del pasado año, y el aumento de los extras de aleación están favoreciendo la entrada de pedidos y permitiendo aumentar la utilización productiva durante el actual primer semestre, lo que les hace ser optimistas sobre los resultados de este periodo. Al tiempo, han anunciado que el nivel de existencias en el mercado permitirá consolidar mejores niveles de precios».

Y eso que el precio internacional de la tonelada de níquel (la materia prima supone en torno al 76% del precio final de los productos de Acerinox) ha subido en seis meses, entre agosto de 2009 y febrero de 2010, un 32,47%. Un porcentaje superior en más de dos puntos al crecimiento que experimentaron esos mismos precios, que se situaron en 24.960 dólares por tonelada en diciembre, a lo largo del pasado ejercicio. En 2010, según explican fuentes de la empresa, se produjo a partir de junio una nueva escala de precios que ha llevado al níquel a superar los 29.300 dólares por tonelada en febrero y a fluctuar, tras una ligera corrección, en el entorno de los 27.000 dólares por tonelada en las últimas semanas.

Los precios del níquel, al menos de momento, no están siendo un problema para la compañía. Fuentes de Acerinox recordaban esta semana que repercuten a sus clientes, como han hecho siempre, los precios de las materias primas y que, además, pese al alza de la cotización del níquel, no se ha resentido la demanda, «al menos hasta el mes de mayo, que es el periodo sobre el que tenemos hoy mayor visibilidad». Además, agregan, en el ejercicio pasado, la demanda de bienes de consumo en Acerinox se comportó mejor que la de sus otras líneas de producción, pero este año está yendo muy bien la demanda de acero para bienes de equipo y de suministros para grandes inversiones industriales en refinerías, energía, transportes… «Lo que es muy positivo para nosotros», señalan.

En lo que llevamos de 2011, Acerinox ha incrementado la tasa de utilización de sus plantas. Así, su factoría estadounidense NAS está ya ligeramente por encima de su máximo histórico de producción; la planta española de Algeciras, al 75% de su capacidad (11 puntos más que el pasado año), y la sudafricana Columbus, al 60% (20 puntos más que en 2010). Además, a lo largo de este ejercicio y en los primeros meses de 2012 irán entrando en operación productiva las distintas instalaciones de su nueva factoría de Johor Bahru, en Malasia, que tendrá cuando esté concluida una capacidad productiva de un millón de toneladas en acería y de 600.000 toneladas de laminación en frío.

Sin embargo, según han explicado las fuentes consultadas de la acerería, «no se trata de aumentar la capacidad de Acerinox». Lo que se persigue es mejorar y hacer más eficiente la distribución de la producción, acercar las fábricas a los mercados que demandan sus productos, y también entre ellas para abaratar las transacciones intragrupo. Así, señalan, con la entrada en funcionamiento del taller de laminación en frío de Bahru Stainless en el verano aumentará la producción de las otras factorías, como la sudafricana de Columbus, para abastecer de bobina laminada en caliente a la nueva factoría asiática.

Esta diversificación geográfica de Acerinox (está presente como fabricante en cuatro continentes), su limitada presencia relativa en Europa (un millón de toneladas), que es un área regional con exceso de capacidad productiva (nueve millones, frente a una demanda de tres millones de toneladas), y su apuesta por la innovación y los productos de mayor valor añadido dentro del sector del acero inoxidable han vuelto a colocar al grupo español en todas las quinielas que desde hace meses se hacen sobre la necesaria y urgente consolidación corporativa de esta industria. Proyectos y rumores que se han disparado tras la segregación por parte de ArcelorMittal, líder siderúrgico mundial, de su división de acero inoxidable para constituir la compañía Aperam, con una cifra de negocio de unos 3.200 millones de euros; tras el anuncio de ThyssenKrupp del cierre de su centro alemán de Benrath para su traslado a la factoría de Krefeld, y de los recientes pronunciamientos de la citada Aperan y de su competidora filandesa Outokumpu sobre la necesidad de una consolidación en el sector por la subida de los precios de las materias primas y por la caída de los precios base del acero inoxidable en los últimos años.

En este escenario, los analistas de N+1 y los del Banco Sabadell creen que Acerinox aparece como uno de los ganadores en el baile de fusiones y adquisiciones que se presume. Los de Ahorro Corporación, por su parte, en un informe específico sobre estos movimientos corporativos, señalan que «Acerinox no tiene necesidad de liderar ningún movimiento de consolidación, gracias a la estrategia de la compañía desde su inicio. Es el mayor productor mundial con una capacidad de 3,5 millones de toneladas, pero el más pequeño en Europa. Además, su excelente diversificación geográfica le da una clara ventaja respecto a sus competidores». Su «integración» en cualquiera de los proyectos de consolidación que se barajan en torno a Aperan, Outokumpu o ThyssenKrupp, agregan en su reciente informe estos analistas, «sería altamente beneficiosa para todos».

En Acerinox explican que su posición actual es mantenerse ajenos a estos movimientos, pero atentos a su desarrollo y abiertos a cualquier posibilidad de adquirir activos a sus competidores que les resulten interesantes, y que aquellos se vean abocados a vender si se integran por imposición de las autoridades europeas de la competencia.