La bola de cristal (Revista Recupera 89)

01/04/2015

Desde tiempos inmemorables se consultaba al viejo de la tribu sobre complejos problemas o sobre el devenir futuro. La vejez venía acompañada de mayor sabiduría al recibir el beneficio de la experiencia. De tal manera se confiaba la gestión de las empresas al directivo de mayor edad. Esta dinámica se ha roto desde hace unas décadas debido a la velocidad de los cambios tecnológicos y a la incertidumbre creada por infinidad de factores macroeconómicos.

Los factores externos condicionan radicalmente el devenir de cualquier empresa y tan solo la velocidad de adaptación al entorno permite la posibilidad de sobrevivir en un mundo globalizado. Por todo ello, cualquier previsión sobre el futuro resulta difícil y aventurada. Pero, a pesar de esto, vamos a intentar descifrar qué pasará en nuestro sector durante este año.

Venimos de un 2014 donde el consumo, y consecuentemente la industria, ha seguido estancado y con ello cualquier materia prima ha sufrido de volúmenes insuficientes para el recuperador: metales, hierro, papel, etc.. Ante este panorama, las empresas del sector han centrado sus esfuerzos en reducciones de gastos, optimización de procesos y diversificación comercial.

Los precios han estado con cierta estabilidad en el papel y cartón, a la baja en el hierro y repuntaron los metales en el último trimestre, lo que animó las ventas de stocks caros. Los bancos han seguido recortando riesgos y subiendo intereses. Nada beneficioso para reactivar la economía. En resumen, un año de travesía del desierto hacia la búsqueda de la luz al final del túnel de la crisis.

El 2015 ha empezado con bajadas sucesivas para la chatarra de hierro y, cuando parecía que venía otro descenso, ha subido10€/tonelada. El sector ve impotente como a menor precio, mayor debilidad de entradas. Los metales vieron una dramática caída en enero que confirmaba a los agoreros, para cambiar la tendencia con igual verticalidad en marzo. Una auténtica montaña rusa no apta para cardíacos.

Nadie se atreve a vaticinar la cotización en un mercado tan especulativo. Si hay debilidad en el consumo hará que los porcentajes pagados sean cada vez menores versus la bolsa. Es de destacar que los aluminios primarios parece que auguran fortaleza de consumo y con ello de precios. En el papel y cartón no se espera grandes cambios respecto al 2014 y tan sólo se animaría si se anima el consumo. Incertidumbres y más incertidumbres.

Pero hay una serie de factores que pueden convertir al 2015 en un año de cambio de tendencia a positivo. Se espera una paulatina apertura de crédito bancario tanto en el mercado empresarial como en el crédito hipotecario, consumo, etc. La mejora de liquidez bancaria y las líneas de soporte del Banco Central Europeo explicarían esta nueva situación. Con ello mejoraría la venta de pisos (que arrastraría la construcción), la venta de automóviles, inversión en bienes de equipo y el consumo en general. Todo esto redunda en nuestro negocio casi de forma directa.

Es habitual, en economía, caer en círculos viciosos que arrastran la economía como un alud (2008-2014), como lo es hacerlo en círculos virtuosos que empujan la economía para arriba por simple contagio eufórico (2015…… ). De todas maneras, es esperanzador el solo hecho de saber que la crisis económica está en un claro ciclo de cambio de tendencia después de tantos años de recesión.

Para finalizar, me gustaría animaros a imprimir optimismo a vuestros esfuerzos cotidianos y dar alas al ímpetu necesario para superar las dificultades que todavía nos
esperan durante el 2015.

Xavier Riba,

Presidente del Gremi de Recuperació de Catalunya
xriba@gremirecuperacio.org

 

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